jueves, 22 de septiembre de 2011

Diabetes y los vegetales, ¿realmente sabemos comer bien? (II)


Bueno, recuperados de la primera sorpresa en que el repaso del libro de ciencias naturales nos lleva por el intrincado camino de las clasificaciones de los vegetales y las extrañas formas que la naturaleza tiene de clasificarlos, ha llegado el momento de descubrir el porqué de la forma que usamos para distinguir y clasificar los vegetales con un enfoque hacia su aporte nutricional. 

Debido a que los vegetales que comemos provienen de partes diversas de muchas plantas que se han desarrollado a lo largo y ancho del planeta, algunas de ellas evolucionando de forma natural y otras, como producto de cruza para mejora genética o de la tecnología transgénica. ¿Cuáles son de uno u otro origen? Difícil saberlo. Pero lo importante es que a lo largo de nuestra historia hemos aprendido a pasar de ser recolectores a cultivar la gran mayoría de los vegetales que consumimos y a obtener una ventaja alimentaria de los mismos. Pero sobra decirlo, la elección no es porque sean vegetales, sino por que aportan diferentes características en cuanto textura, olor, color y sabor, dependiendo de la planta y, específicamente, la parte de la planta que aprovechemos. Así pues, consultando a los amigos del INNSZ (siglas del Instituto de Nutrición en la ciudad de México), ellos clasifican los alimentos que ingerimos en ocho grandes grupos, de acuerdo a su principal característica nutricional: Lácteos, Carnes, Leguminosas, Cereales y Féculas, Lípidos, Verduras del grupo I, Verduras del grupo II y Frutas. 

Viendo de cerca estos grupos, los vegetales entran en casi todos, exceptuando lácteos, así que la primera sorpresa la hayamos en el grupo de Carne, ya que un fruto, el germen de soya (soja), se encuentra en este grupo por su contenido proteico. 

En el caso de las leguminosas, todas sin excepción son frutos entre los cuales hay frijol, garbanzo, haba, lentejas, alubias y otras más. 

En el grupo de los cereales, tan incomprendidos como necesarios en una dieta balanceada, seguimos en el terreno de los frutos, sí sin poner cara de sorpresa, el arroz, la avena, el elote, el trigo, el algarrobo son todos frutos, pero la lista no termina aquí pues en esta clasificación también caen otras partes de plantas como tallos y raíces; ¿no me creen?, pues resulta que la papa (tallo) y el camote (raíz) que se consideran féculas. 

En el caso de los lípidos, los mejores aceites son los derivados de los frutos, tales como la aceituna (aceite de oliva) y el aguacate, además de los extraídos de semillas (o sea de frutos), del maíz, soya, algodón, uva. 

Siguiendo con esta exhaustiva lista, entramos a la selección de verduras del grupo I y que se agrupan aquí porque se pueden consumir libremente y nos encontramos con una variedad más amplia de vegetales como acelgas, alcachofa, berros, brócoli, calabacitas, chilacayote, ejotes, espinacas, verdolagas, como ejemplo de verdaderas verduras verdes. Siguiendo en este grupo entramos a la zona arcoíris de las verduras “no verdes” en donde se han colocado al jitomate o tomate rojo, rábano, col, nabo, flor de calabaza, etc. Esto ya nos pone en el contexto de frutos y verduras de una forma por demás elegante. 

En el caso de las verduras del grupo II cuyo consumo se mide por su mayor contenido calórico, la coloración se hace más variada y podemos pasar lista a variedades tales como betabel, poro, cebolla, chayote, chile poblano, huauzontles, cuitlacoche (el delicioso hongo negro del maíz), chícharo, espárrago, zanahoria, entre otros. 

Y al final, ahora sí, los vegetales que todos reconocemos como frutas puesto que teniendo características de frutos, se distinguen por su sabor dulce pues llegan a contener gran cantidad de azucares. Entre ellos encontramos uvas, ciruelas, fresas, durazno, melón, guayaba, limón (bueno, no dulce) y muchos otros. 

Pues sí, vemos que la naturaleza en su faceta vegetal está siempre presente en la mesa y busca la forma de meterse al plato en cada comida. Lo importante en la recomendación “come frutas y verduras” es en la inteligencia que pongamos al hacer la selección y la mejor combinación. Los elementos ahí están, madre naturaleza (y las tiendas de autoservicio) nos los ponen al alcance, ahora es nuestra decisión cómo consideramos el consejo. La tercera parte estará dedicada a las llamadas “raciones equivalentes” que es una herramienta más para darle variedad a lo que comemos sin tener que pecar o, lo que es peor, quedarnos con la sensación de haber pecado.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Diabetes y los vegetales, ¿realmente sabemos comer bien? (I)



Los siempre bien intencionados comentarios alrededor de la buena alimentación y la diabetes con frecuencia versan sobre la mejor elección sobre lo que sí y lo que no al momento de elegir lo que en términos generales se denomina “buena alimentación”, en particular, para los diabéticos. Ya hace algún tiempo se puso en desuso la tan socorrida y casi aprendida de memoria “pirámide” por el ahora oficialmente correcto “plato del buen comer”, promovido en cascada desde las alturas de la OMS (Organización Mundial de la Salud) y por supuesto, siendo adoptada paulatinamente por sistemas de salud y el cuerpo médico de muchos países. El nuestro no es la excepción y ya se puede encontrar el concepto publicado en muchísimas páginas gubernamentales de las entidades relacionadas con la salud o la alimentación.



Sin embargo, en esta era de las redes sociales y la comunicación a la velocidad de la luz donde las noticias están a un twitt de distancia, sigo encontrándome que si bien la información está navegando en “la nube”, por alguna razón no está llegando a la gente que lo necesita o, resolviendo el otro extremo de la ecuación, la gente que necesita la información adecuada no la encuentra o por alguna extraña razón, no la asimila.


Con respecto a la buena nutrición, el tema recurrente es la pregunta sobre si se puede o no comer tal o cual verdura o tal o cual fruta, aunado a un enorme desconocimiento sobre conceptos tales como índice glucémico o de carga glucémica, esenciales al momento de diseñar y hacer práctica diaria una correcta alimentación con las restricciones calóricas que nuestra azucarada condición obliga.


Sin embargo, a pesar de las largas y tediosas sesiones de pupitre en la primaria y desesperadas expresiones de derrota por parte de abnegados maestros, las clases de ciencias naturales no se adhirieron al frágil material de la memoria y así se nos olvida que antes de dividir de un solo tajo al reino vegetal en “frutas y verduras”, ni todo lo que creemos es verdura ni todo lo que suponemos es fruta. ¿Entonces? ¿En qué quedamos? ¿Pues no dicen los médicos, los nutriólogos, los educadores en diabetes y las mamás que debemos comernos nuestras verduras y la fruta?


Bueno sí, el concepto es adecuado, pero a la hora de entrarle al detalle, encuentro que si englobamos el concepto en “vegetales”, es más fácil llegar a la meta entendiendo con mayor claridad desde el enfoque alimentario ya que desde el punto de vista de la botánica, la clasificación se hace con respecto a las características físicas y fisiológicas de la planta y no con respecto a su valor nutricional.


Así pues veremos que, nutricionalmente hablando, habrá frutas que no lo parecen, tallos que son verdura (aunque no sean verdes por ningún lado) y verdura que es definitivamente fruta. ¡Qué confusión!


Sin embargo al hablar de comer vegetales, debemos pensar más ampliamente e imaginar las diferentes partes en que puede dividirse una planta y si bien no en todos los casos son comestibles en su totalidad, algunas de sus partes lo pueden ser. Así pues vemos que las plantas en lo general cuentan con raíz, tallo, hojas, flores y fruto.

De acuerdo a esta clasificación, es muy fácil distinguir los diferentes tipos de alimentos que identificamos como pertenecientes a cada categoría, de ese modo, si hacemos una lista obtendremos los siguientes ejemplos:


Raíz: Betabel o remolacha (como nota cultural, la hoja de esta planta la conocemos como acelga); Zanahoria; Nabo; Rábano; Mandioca.

Tallo: Apio; Espárrago; Ruibarbo; Papa; Ajo; Cebolla.

Hojas: Lechuga; Romero; Tomillo; Puerro; Acelga; Espinaca; Repollo (col); Col de Bruselas; Té; Perejil; Cilantro.

Flores: Calabaza; Clavel; Azahar; Crisantemo; Malva: pensamiento; Jazmín; Gladiolo; Violetas.

Frutos: Durazno (Albaricoque o Melocotón); Pera; Manzana; Higo; Jitomate (Tomate rojo); Naranja; Haba; Nuez; Avellana; Aguacate; Chile; Berenjena.


Obviamente la lista dista mucho de ser exhaustiva y muchos más de los que en primera instancia se me ocurre enlistar. Sin embargo, seguro que habrá quién pregunte ¿Que el jitomate, la nuez el aguacate, el chile y la berenjena son frutas? Solo hay que imaginar que si pensamos en fruta a lo mejor se nos viene a la mente un rico plato de yogurt con fruta y, ¿le agregaríamos berenjena o aguacate?, claro, con su toque de edulcorante. Racionalmente nos detenemos a pensar y declaramos, bueno sí, son frutos, pero no “fruta” puesto que mentalmente asociamos la palabra “fruta” con los frutos dulces con alto contenido de azúcares.


Pero la naturaleza es caprichosa y no necesariamente requieren las plantas de dulzura en el ciclo reproductivo. Así que cuando nos digan, come tus frutas y verduras, podemos optar por comer una zanahoria (que no es verde) y una berenjena a lo mejor acompañadas de un rico jocoque descremado y obtendremos un enfoque diferente y original.


Está bien, reconozco que quizás exageré un poquito si es que del menú del desayuno se trataba, no por que no sea deliciosa la opción, sino por que culturalmente nos resulta extraña la propuesta, en particular en lo que al enfoque de “fruta” se refiere. Así que como el tema da para mucho, iré desarrollándolo por entregas.

martes, 13 de septiembre de 2011

El Atlas de la Diabetes


A mucha gente –yo incluido- le parecerá una absoluta novedad que exista un documento que se intitula “Atlas de la Diabetes”. En mi caso hasta hace unos cinco meses no tenía idea de que tal cosa existiera, hasta que me topé con la cuarta edición durante una sesión de búsqueda de información de última actualidad para comentar en este espacio. En dicha edición ya se venían manejando los conceptos que hoy nos son tan cotidianos como la campaña de “Alto a la Diabetes” y la necesidad de plantear a nivel gubernamental una serie de estrategias para vencer el crecimiento a niveles de epidemia que la diabetes, particularmente la del tipo 2 está alcanzando a nivel mundial.

Recuerdo que en 2007 escribía en este espacio que la diabetes mata a una persona cada doce segundos, Es muchísimo pero para no ser demasiado amarillistas, diré que eso equivale a que en promedio, cada día de ese año hubo en el mundo siete mil doscientas familias que perdieron algún integrante por causa de la diabetes. Este año, apoyado por las cifras de la cuarta edición del Atlas de la Diabetes, también tuve la oportunidad de actualizar el dato y la nueva tasa de muertes por diabetes fue de una cada ocho segundos. Es decir, la cifra pasó a un alarmante ritmo de diez mil ochocientas muertes al día.

Aquí es donde entro en materia de información, pues resulta que hace unos minutos me llegó la nota de que la IDF (Federación Internacional de Diabetes, por sus siglas en inglés), acaba de publicar la quinta edición actualizada del Atlas de la Diabetes. Bueno, la mala noticia es que las cosas no han mejorado y hemos acelerado en un segundo la velocidad de muertes por diabetes. Así ahora el número que lamentar es un fallecimiento cada siete segundos y continuando con la macabra cuenta, eso implica la pérdida de alrededor de doce mil trescientas cuarenta y tres personas cada día. En apenas cuatro años la cifra de muertes por causa de la diabetes se ha incrementado un poco más del 71% Eso sí que es alarmante.

A continuación reproduzco algunos conceptos que se plasman en el boletín de prensa que acompaña al lanzamiento de esta quinta edición:

“Las cifras de la nueva versión del Atlas de la Diabetes publicada este día por la IDF confirman que la epidemia de la diabetes continua empeorando”

“Datos de estudios globales demuestran que el número de personas con diabetes en el 2011 ha alcanzado una impactante cifra de 366 millones, 4.6 millones de muertes son atribuibles a la diabetes y el gasto de salud relacionado con la diabetes ha llegado a los 465 mil millones de dólares”

“Estas cifras las lanzó la IDF en el marco de la reunión de Lisboa de la EASD (Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes, por sus siglas en inglés), un semana previa de la cumbre de las Naciones Unidas sobre las enfermedades no contagiosas (ENC’s) con lo que se ha demostrado que los líderes mundiales finalmente están afrontando los retos propuestos por la diabetes así como el cáncer y las enfermedades cardiacas y respiratorias”

“Siendo solamente la segunda cumbre en la historia que trata asuntos relacionados con la salud, la comunidad diabética mundial espera que los líderes mundiales establezcan compromisos, acciones concretas y metas medibles para atajar las ENC’s así como fue el hito derivado de la reunión del 2001 sobre VIH/SIDA”

“El Atlas, basado en las más recientes cifras internacionales, demuestra que la diabetes se mantiene en una imparable trayectoria en escalada”

“El Profesor Mbanya (Presidente de la IDF) dijo: Los datos del Atlas de la IDF realmente son una prueba de que la diabetes es un reto masivo que el mundo ya no puede darse el lujo de ignorar. Durante 2011 debido a la diabetes, está muriendo una persona cada siete segundos. El tiempo está corriendo para los líderes mundiales y estamos esperando acción de esta reunión de alto nivel la próxima semana en las Naciones Unidas que ponga freno al imparable incremento de la diabetes”

El impacto socioeconómico no solo de la diabetes, sino de todas las enfermedades no contagiosas es alucinante, dijo el Profesor Boulton, Vicepresidente de la EASD”

“La EASD apoya totalmente a la IDF y se hace eco del llamado del Profesor Mbanya para mayores fondos de investigación médica, agregó”

“Una investigación orientada al fortalecimiento de los sistemas de salud debería incluir enfoques de desarrollo y evaluación para la construcción de unidades de atención a la salud locales, así como la integración de cuidados y servicios a la diabetes dentro de los servicios de salud primaria, manejo de enfermedades crónicas infecciosas y salud materno infantil”

“El mensaje a los líderes mundiales es que invirtiendo ahora en investigación, redundará en ahorros a futuro reduciendo la enorme y aun en crecimiento carga de las Enfermedades no Contagiosas en sus sistemas de salud”

Una serie de mensajes por demás claros, contundentes y alarmantes que invitan a la reflexión, la motivación personal y la acción. Por mi parte quisiera agregar algo más de mi cosecha y que obviamente no está contenido en el Atlas multicitado y es en el sentido de que si bien ya los líderes de los países miembros de las Naciones Unidas deben tomar acciones y decisiones contundentes y urgentes para evitar que colapsen los sistemas de salud locales, la propuesta es que hagamos nuestra parte como diabéticos, junto con nuestras familias para tomar conciencia y acción en el propio cuidado y prevención. Si somos diabéticos, formamos parte de una familia diabética y como tal nos corresponde cuidarnos en dos sentidos: Nosotros, para mantenernos libres de complicaciones lo más posible y a nuestras familias, para que prevengan y no contraigan la enfermedad, especialmente si hay obesidad presente en alguno de los miembros de la familia. 

El mejor día para actuar es HOY.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Dubai, Una mirada global a la diabetes.





Al grito de ¡Vámonos a Dubai!, podemos iniciar esta llamada a estar atentos sobre los tópicos más importantes que están llegando a la cima de las discusiones sobre la diabetes. El foro será en Dubai y el evento el “Congreso Mundial de Diabetes” que se llevará a cabo del cuatro al ocho de diciembre, bajo el auspicio de la IDF (Federación internacional de Diabetes,  por sus siglas en inglés)

El congreso será el más ambicioso de los organizados hasta la fecha y se pretende que además de que sea el sitio de reunión del mayor grupo de personas especialistas en temas de salud, particularmente vinculados con la diabetes, causas, efectos de corto y largo plazo, también se reúnan líderes mundiales cuya influencia y poder político y económico decidan un posible cambio en sus propias naciones que ayude a revertir el enorme crecimiento que la epidemia de diabetes ha cobrado a nivel mundial, convirtiéndolo en una amenaza a los sistemas de salud de cada vez más naciones que ya desde hoy ven con preocupación que el costo de los tratamientos de la diabetes y sus complicaciones alcanza proporciones del tamaño del propio Producto Interno Bruto (PIB) de muchas de ellas.          

Cada mes aproximadamente, desde hace un año, me llega un boletín electrónico que amablemente me comparte la IDF (Federación internacional de Diabetes,  por sus siglas en inglés), sobre el tema del congreso y va comentando avances, expectativas y temas de discusión. El de este mes ha sido especialmente interesante, pues ya se tiene prácticamente listo todo lo relativo a la reunión de expertos y, según leo, habrá cinco ejes o corrientes sobre las que versara el congreso. Esta son:

1.   Clínica y Ciencia Básica. Dicha en otras palabras, conjugar la experiencia directa con pacientes en consulta u Hospitales y la investigación científica que busca causas y formas de prevenir, otorgar un mejor tratamiento  y la búsqueda de la cura de la diabetes.
2.   Educación y Cuidado Integrado. Que tiene que ver con lograr que el paciente conozca lo más posible sobre la correcta información acerca de su condición, tratamientos, pronósticos y el cuidado integral a través de un equipo multidisciplinario de profesionales y el impacto del entorno social, económico y afectivo del paciente.
3.   Los retos Globales en Salud. Que como decía arriba, la diabetes y sus complicaciones son suficientes para poner en alerta a los sistemas de salud de los países más desarrollados y mucho más dramático es el panorama para países con economías francamente pobres o en crisis económicas o militares profundas.
4.   Sistemas de Salud y Epidemiología. Aquí se trata de definir con enfoque sobre los sistemas de salud locales el impacto sobre su economía y capacidad de respuesta, así como la alternativa de tratar a la diabetes como una enfermedad no transmisible por contagio, pero que está creciendo a ritmos de epidemia a nivel mundial y se requiere darle un tratamiento como tal, de epidemia, para lograr frenar la tendencia y evitar un colapso mundial.
5.   Finalmente y no menos importante, el aspecto de la vida con diabetes, ya que querámoslo o no, nuestra vida es diferente después del diagnóstico y la situación puede agravarse mucho más si la propia economía nos obliga a renunciar a un cuidado preventivo, aunado a las consecuencias por incapacidad que esto acarrea y el impacto en todos los ámbitos interrelacionados, como la familia, el trabajo y los círculos sociales que nos son referencia.

Por ello, hoy hago la invitación para que estemos atentos, nos acerquemos a nuestras respectivas asociaciones y federaciones de diabéticos que ahí harán escuchar su voz para que lo que tengamos que decir, sea ventilado públicamente. Si quieren directamente obtener información de la IDF (Federación internacional de Diabetes,  por sus siglas en inglés), sigan la liga. Hasta donde sé las lenguas en las que estarán publicando incluyen inglés y español.

A mi me hubiese encantado ir a pasearme a Dubai, pero como dijera la abuela "... en esto de los centavos, el horno no está para bollos..." Ya habrá otros congresos.



domingo, 4 de septiembre de 2011

Una reflexión sobre la solidaridad y la diabetes.




No es grande aquel que nunca falla, sino el que nunca se da por vencido.
Anónimo.

En esta ocasión deseo compartir la reflexión del día la cual es con respecto a la necesidad que los humanos tenemos de vivir en compañía y apoyarnos mutuamente. Cualquier persona sana, sin problemas de salud considera que, precisamente parte de esa salud consiste en desarrollar relaciones humanas sanas, complementarias y solidarias.
Precisamente esa necesidad de convivir nos convierte en ese ser social del que Aristóteles llamó en su “República” como zoon Politicón, (animal social y político; del griego zoon- animal y polis – ciudad). En sus tratados el buen Aristóteles consideraba que aquellos que no podían vivir en sociedad debieran ser considerados por tal naturaleza como bestias o Dioses.
Hoy en día en pleno siglo XXI las cosas no son diferentes y a pesar de todos los problemas y dificultades que proporciona la vida moderna, enfermedades, estrés, vida agitada y con prisa, mala alimentación, sedentarismo y otros males sociales, nuestra propia naturaleza sigue siendo eso, social.
La introducción social se debe a que por razones familiares y de trabajo mi compañera de aventuras en la vida ha salido por unos días de la ciudad y por un lapso no muy largo quedaré por mi cuenta y en solitario. Por ello me doy cuenta, casi de inmediato que, tras poco más de treinta y tres años de matrimonio en donde ambos hemos tenido momentos de separación, básicamente por razones de trabajo por mi parte, es en esta ocasión que una especial nostalgia me llega e inspira para la entrada de hoy.
Quizás la razón primordial de extrañarla es porque desde que enfermé de diabetes y otros achaques que se han venido a sumar con la edad, ella se ha convertido en mi fortaleza, especialmente en lo que a buen comer y buenos hábitos de vida se refiere. No, no me malinterpreten, por favor. Ella no ejerce ningún control ni supervisión sobre mi forma de comer ni si me cuido o no. Esa es, ambos lo sabemos, mi exclusiva responsabilidad. Ella, simplemente me da toda su solidaridad y solo por saberlo, me es suficiente para cuidarme día con día y lo consigo exitosamente, casi siempre.
Quienes compartimos ser diabéticos sabemos que decir NO, es una de las tareas más difíciles en cuanto a las tentaciones de golosinas o aquellos antojos que nos atacan por sorpresa de vez en diario. Sin embargo, cuando vivimos en sociedad y compañía de alguien que solidariamente nos apoya, sentimos –bueno, al menos yo- una fortaleza adicional que si por alguna razón me hace tropezar mi débil voluntad, su incondicional apoyo siempre me da una dosis adicional de fortaleza para levantarme y seguir en la diaria lucha para mantener los niveles de glucosa donde deben. No siempre lo logro, pero me mantengo razonablemente en control.
Hoy la extraño y aunque sé que pronto estará de vuelta, hoy como hacía mucho que no sentía cómo las fuerzas que su cercanía me da, me comenzaban a flaquear, en particular a eso de la media tarde, en esa fatídica hora en que esa sensación de antojo se empieza a materializar como espectro de película de horror. A esa sensación de “come algo que sea rico” la apodo “la lombriz”, por la descripción que hacían mis maestros en la escuela secundaria sobre la atroz hambre que sufre quienes tienen la lombriz Solitaria (Taenia Solium). De ahí, que hoy el antojo de comer una galleta o un chocolate (de los de a deveras, no de los sin azúcar, que podemos comer de a poquitos), me asaltó y se ha quedado de compañía por un buen rato.
Escribir estas líneas me ha dado el distractor apropiado y pensar en mi solidaria esposa la fuerza necesaria para resistir hoy, solo por hoy. Como me sucede a diario, no sé qué haré mañana pero por hoy pude controlar el avasallador deseo de soltarme y perder el control. El pensamiento de “al fin que nadie se va a enterar”, llegó junto con el antojo e hizo mucho más pesada esta crisis de día en solitario.
 
Por todas estas ideas agolpadas en el teclado, es que valoro especialmente al buen Aristóteles y su apreciación de esa necesidad de apoyo y compañía para poder salir adelante con nuestros mutuos proyectos de vida y por ello, nuevamente vuelvo a insistir en la importancia, enorme que tiene la familia, la relación de pareja, la asociación, en un buen control de la diabetes, Solos es posible, pero el esfuerzo es mucho mayor y la idea es ser animales sociales y no quedarnos en las opciones de Aristóteles pues estoy seguro que no somos dioses, al menos yo no.