viernes, 2 de febrero de 2007

La Candelaria


Hoy celebramos la fiesta de la Candelaria e independientemente del significado que tenga para cada persona, especialmente en este México nuestro de mayoría Católica, para toda la población significa una noche de cena con tamales, para “pagar” el compromiso del muñeco de la Rosca de Reyes.

Dado que una buena cantidad de festividades ahora instaladas en la mas añeja tradición nacional están tomadas y modificadas de fiestas de profunda raíz religiosa y que, ahora, secularizadas permanecen como integradores sociales, a pesar de haber perdido su original sentido religioso, las seguimos abrazando con singular entusiasmo, precisamente en la conciencia de que pertenecemos a un pueblo fiestero, bullanguero y tragón por cultura perdida en la noche de los tiempos.

Por ello La Candelaria, fiesta que se gesta en su más próximo antecedente en la Rosca de Reyes, viene a cerrar el ciclo de las festividades relacionadas con la navidad.

Como la celebración obliga al inefable apetito a saciarse con los tradicionales tamales (chile, dulce, manteca –a la usanza de las abuelas-, en variedades verdes y rojos; del tipo tradicional o oaxaqueño). En fin, la lista es larga y apetitosa, sin dejar de lado el champurrado de atole o de chocolate. De nuevo, el binomio celebración-comida y si tenemos restringidos los ricos manjares de la fiesta, a falta de pan, penas.

Pero como ya he reiterado en este espacio, si nos controlamos y llevamos nuestro plan de alimentación correctamente, un tamal y un poco de champurrado –pido del de chocolate antes que se lo acaben-, no nos dañarán por solo una vez. Así que a disfrutar con la familia y los amigos de la fiesta y a pasar un rato agradable sin ser los “marginados” de la celebración.

Buen provecho.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario