lunes, 30 de abril de 2007
Obesidad infantil y la comida chatarra. Cursos de acción.
viernes, 27 de abril de 2007
Obesidad infantil y la comida chatarra. Posibles consecuencias.
Allá por 1943, el psicólogo Abraham Maslow desarrolló la llamada jerarquía de las necesidades –teoría hoy en día muy controvertida, pero la menciono como referencia con respecto al impacto emocional de las relaciones humanas y las necesidades afectivas-, en las que ordena en una pirámide dichas necesidades y proponiendo que conforme se van satisfaciendo las básicas, se va escalando hasta la autorrealización –concepto vago que el mismo Maslow nunca definió con claridad, aunque es suficientemente intuitivo como para que nos demos una idea de qué quiso decir con ello. Así definidas las necesidades, coloca en la base a las fisiológicas (aire, agua, alimentación, sueño, ausencia de enfermedad, liberar desechos corporales, sexualidad, etc.), Inmediatamente arriba están las de seguridad (familiar, económica, un sitio donde dormir sin amenaza, protección, etc.), sociales (desarrollo afectivo y de asociación, participación y aceptación, amistad, amor, actividades culturales, deportivas y recreativas), reconocimiento (tiene que ver con la autoestima y refleja el grado de aceptación que percibo por parte de los otros) y finalmente, autorrealización (que son aquellas que nos permiten encontrarle sentido a la vida y sentirnos en armonía interior). La pregunta aquí sería: ¿los niños obesos cómo encuadran en esta jerarquía si ya desde las fisiológicas hay una distorsión? El resultado de analizar con la óptica de Maslow –hay por supuesto una casi infinidad de enfoques desde los cuales hacer el análisis, sin embargo seleccioné este por su claridad y simplicidad-, serán individuos afectiva y psicológicamente truncos ya que por su gordura son estigmatizados y tienen pocos amigos. Algunos estudiosos de la psicología sugieren que la percepción emocional de su sobrepeso, provoca en los niños estados de angustia y estrés similares a quienes reciben diagnóstico de cáncer.
Como resultado se generan emociones negativas con sensación de estar marginados y dicha angustia la canalizan hacia la comida y se convierten en CE (comedores emocionales). Todo un reto para resolver.
miércoles, 25 de abril de 2007
Obesidad infantil y la comida chatarra. Origenes
jueves, 19 de abril de 2007
Obesidad infantil, la comida chatarra y las veleidades del congreso.
Por otro lado y para complementar la noticia, cito una del diario La Jornada, aparecido hoy mismo y que se intitula “Reviven diputados análisis sobre restricciones a comida chatarra” En la fuente que consulto –La Jornada en línea-, no acreditan al autor del artículo, omisión que inevitablemente mantendré. El artículo referido, además de relatar los dimes y diretes entre los diputados de facciones opuestas y las habituales descalificaciones y “sospechas” de decisiones que “ocultan aviesas traiciones a la patria y al pueblo”, se rescatan algunos aspectos de la discusión que me parecen sumamente interesantes. En primer lugar mencionan que “La primera modificación adicionaría la fracción nueve al artículo 115 de la Ley General de Salud para que la secretaría del ramo pueda promover investigaciones sobre los efectos del consumo de productos de bajo contenido nutricional y alto valor energético, del abuso en el consumo de los mismos y de las acciones para controlarlo. Mientras, la otra reforma sería para adicionar un párrafo al artículo 49 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, y definir que no se podrán realizar promociones y ofertas sobre productos de bajo contenido nutricional y alto valor energético".Por supuesto que aquí se menciona a los grupos de interés económico y se les identifica con un grupo de cabildeo en bloque denominado “Con México” y menciona el mismo artículo –cito textual-, "a Bimbo, Barcel, Coca Cola, Grupo Gamesa, Jumex, Jugos del Valle, Nestlé de México, Sabritas, entre otros", como el enemigo a vencer o como el cómplice patrocinador del partido en el poder quién busca sobornar a los diputados para que no prospere la ley.
lunes, 16 de abril de 2007
Un asunto realmente complicado.
jueves, 12 de abril de 2007
¿Otro paso al frente hacia la cura de la diabetes?
La primera noticia está fechada el pasado 26 de febrero y se refiere a la investigación que se está realizando con cerdos en una instalación con característica de ser biológicamente segura, para convertir a estos animalitos en fuente segura de células beta para trasplantes a humanos. La organización que está realizando dicha actividad se denomina “Spring Point Project” y fue expresamente formada para hacer expedita la disponibilidad de tejido con isletas para el tratamiento de la diabetes y de acuerdo con los investigadores que la componen, esta impresionante instalación que costó $6.2 millones de dólares en un área aproximada de 2,100 m2, se dedicará a buscar y financiar la cura para la diabetes. Esto si que son buenas noticias. Según declara el Dr. Bernhard Hering, director médico del Diabetes Institute for Immunology & Transplantation (Instituto Para la Inmunología y Transplantes en Diabetes): “Poblar las instalaciones –de cerdos “biomédicos”, obviamente-, para obtener el recurso de isletas es un avance mayúsculo en nuestra capacidad para ofrecer el transplante de isletas a todos los pacientes con diabetes que cumplan el criterio médico para ello”.
Más adelante, el mismo artículo cita nuevamente al Dr. Hering quien declara “El trasplante de isletas humanas, ha revertido la diabetes en un 90% de nuestros pacientes, sin embargo, la escasez de órganos humanos disponibles por donación, limita enormemente la posibilidad de aplicar el trasplante de isletas. Las isletas provenientes de cerdos solucionan este problema de demanda y son un avance hacia una cura, aun lejana, para los pacientes con diabetes”. Así pues, próximamente las células beta de las isletas de aproximadamente cien cerdos libres de patógenos estarán disponibles para usarse en trasplantes a pacientes diabéticos que están en protocolos clínicos. Esperemos que estas tecnologías que actualmente son novedad con nuestros vecinos del norte, se desarrollen domésticamente para otorgar oportunidades similares a los pacientes con DM1 de nuestro país.
Llegando a la prometida segunda noticia, me encuentro una fechada ayer y publicada en el periódico USAToday que reporta que por primera vez un pequeño grupo de pacientes con DM1 o diabetes juvenil, fueron capaces de prescindir de la diaria aplicación de insulina después de haber sido transplantados con células madre de sus propios cuerpos. La noticia proviene de Brasil y reporta que los científicos realizaron el protocolo con quince pacientes con edades de 14 a 31 años, compartiendo como característica principal ser de diagnóstico reciente. De los quince pacientes, catorce lograron vivir sin inyecciones de insulina en lapsos de uno a treinta y cinco meses. Las cifras son impresionantes pues es casi el 100% de éxito.
La hipótesis detrás del tratamiento radica en que dado que el propio sistema inmunológico destruye las células beta, encargadas de producir la insulina, se ha visto que durante las primeras semanas posteriores al ataque aun permanecen funcionando algunas células, así que los investigadores toman células madre de la sangre de los pacientes y las tratan con drogas supresoras del sistema inmune y las retornan al cuerpo para así reconstruir el sistema inmune.
Los resultados sugieren que “el sistema inmunológico de los pacientes con DM1 pueden ser re-entrenados o reseteados –como memorias virtuales o computadoras-, al menos durante algún tiempo, lo que permite la regeneración de células productoras de insulina”, de acuerdo con el Juvenile Diabetes Research Foundation (la Fundación Para la Investigación sobre Diabetes Juvenil). Sin embargo, el Dr. Larry Deeb, endocrinólogo y Presidente de la ADA (American Diabetes Association; Asociación Americana de la Diabetes), declara que “aunque el reporte es prometedor, hay que moderar el entusiasmo dado que el estudio es pequeño y la terapia, que se debe probar en estudios mayores, será útil solamente para los diabéticos tipo 1 recién diagnosticados”.
Los investigadores hacen bien en tomar estas noticias con cautela y recomendar mayores estudios, sin embargo y a reserva de pecar de ser demasiado entusiasta, puedo leer entre líneas que cada vez hay más noticias alentadoras hacia la cura de, por lo menos, la DM1. Aunque también con reservas tengo mis teorías medio locas, creo que podemos hablar, no de una “cura” como tal de la DM2, sino de una forma de prevenir su aparición o controlarla de tal forma que deje de ser la enorme amenaza a la salud pública que es hoy en día y sea una enfermedad, seria y de cuidado, pero sin las graves consecuencias que hoy representa. Ya habrá ocasión de ir exponiendo esta ¿loca? idea.
miércoles, 11 de abril de 2007
Y nosotros… ¿Cuándo?
Hasta aquí las citas al artículo sobre esta novedosa y decidida campaña que inicia este año. Ahora queda solamente el espacio para la reflexión y la acción. En Estados Unidos el problema de la Diabetes no es mayor que en México. Si bien tienen una población mucho mayor de diabéticos que nosotros, es por que su población en general es tres veces mayor que la de nuestro país. Tomemos algunos datos para darnos cuenta del tamaño del problema comparando cifras actuales: En los EEUU, se estima un total de 21 millones de diabéticos (con diagnóstico confirmado, 14 millones), lo que hace un porcentaje de población del 7% de diabéticos totales (4.67% diagnosticados). En México, la cifra es de 17 millones totales (11 millones diagnosticados). El porcentaje es, comparativamente de dar miedo: 15.5% de diabéticos totales (10% diagnosticados).
Tenemos desventaja en cuanto a medios de solución al problema y parece que la única salida es organizarnos y al igual que nuestros vecinos tomar la iniciativa sin esperar que el sector salud reaccione y sea el que tenga toda la iniciativa y responsabilidad para la solución del problema. Comencemos a buscar la manera que la sociedad en su conjunto realice acciones concretas que permitan lograr los objetivos de establecer mecanismos de prevención contra las causas conocidas de la diabetes, particularmente la DM2, desarrollar una búsqueda de alguna cura para la diabetes y mejorar la calidad de vida de todas las personas afectadas por la diabetes.
La tarea es enorme, pero toda jornada comienza con el primer paso y si las playas están formadas de minúsculos granos de arena, hoy pongo otro pequeño en esta cruzada personal.
jueves, 5 de abril de 2007
Vamos mejorando.
En dicho numero, la revista mencionada reporta que “en años recientes, pacientes jóvenes con DM1 aparentemente están obteniendo beneficios de un manejo más intensivo que en años anteriores”, de acuerdo con los investigadores que publican el correspondiente artículo.
Asimismo agregan “Hemos atestiguado una mejora significativa en el control de la diabetes en los niños y los adolescentes con diabetes tipo 1 (DM1), con respecto a la década pasada. Dicha mejora se ha presentado desde que se hace un monitoreo frecuente y rutinario de los niveles de glucosa, la aparición de nuevas formulaciones de insulina, inyecciones de insulina más frecuentes o el uso de terapia de uso de la bomba de insulina".
Los médicos de la Escuela de Medicina de Harvard en Boston llegaron a esta conclusión luego de hacer un seguimiento de 299 niños por un periodo de dos años. Los hallazgos para los sujetos reclutados en 1977, fueron comparados con otros 152 niños reclutados en el 2002 y también observados por dos años. Adicional a un mejor control de los niveles de glucosa en sangre, encontraron una tasa de hasta un 50 por ciento menos de hipoglucemias severas, además de un 25 por ciento menos de atenciones de emergencia.
Aunque una prueba realizada en los noventas indicó que el uso de una terapia intensiva con insulina estaba asociado con un importante incremento en peso, con los nuevos esquemas de tratamiento, no hay incrementos excesivos de peso que puedan asociarse a éstos. Según declaran los investigadores “estamos motivados por estas mejoras aunque necesitamos continuar buscando nuevas y mejores formas de normalizar la glucosa en sangre”.
La conclusión que me deja este artículo es con respecto a la certeza de que no hay como el autocontrol y propio cuidado que los diabéticos debemos ejercer y que aunque hay mejoría en tecnologías y la investigación avanza hacia posibles curas, la mejor solución en el corto y mediano plazo es hacernos concientes de que es a nosotros a quienes toca el control y la última responsabilidad de controlarnos. En el caso de los niños y adolescentes con DM1, dado que el horizonte de vida es mucho más amplio que para los que padecemos la DM2, el cuidado, monitoreo y control de los niveles de glucosa son esenciales. Si alguien con DM1 decide y logra controlar sus niveles de glucosa como condición cotidiana y además lleva prácticas de vida sana con alimentación balanceada, correcta y suficiente, bajo supervisión y con cuidado de especialistas médicos y en nutrición, sus expectativas en cuanto a calidad de vida deben ser semejantes a las de alguien de la misma edad y que no padezca diabetes.
Claro que no se trata de una tarea fácil, en particular por lo tedioso que es mantener una disciplina continua en un período que se percibe infinitamente largo, sin embargo es esencial que el apoyo de la familia, los amigos, la escuela –profesores, compañeros, personal administrativo-, sea constante, no intrusito y permita que se asuma el interés por el propio cuidado y se asuma la responsabilidad asociada.
miércoles, 4 de abril de 2007
Cuidarse reditúa
El artículo relata que en un estudio realizado a un grupo de personas adultas con Diabetes Mellitus tipo 1 (DM1), (también conocida como diabetes juvenil), que usan la bomba de insulina, logran un mejor control sobre sus niveles de glucosa si participan de manera activa en su auto cuidado, desarrollan expectativas realistas sobre el funcionamiento de la bomba y si mantienen un recuerdo claro de sus sentimientos cuando fueron diagnosticados con diabetes.
Dado que las bombas de insulina –esos equipos pequeños, de tamaño parecido a un teléfono celular, que se usan fuera del cuerpo y que, mediante un catéter o cánula suministran insulina de forma continua-, pueden ajustarse para suministrar diferentes dosis de insulina, dependiendo del monitoreo de la glucosa en sangre, eliminan la necesidad continua de inyecciones, dando una enorme ventaja en el control de la DM1, especialmente cuando existe aversión por las inyecciones como resultado de la agresión continua que los “piquetes” van causando en las áreas donde la aplicación subcutánea es posible.
Así pues en la escuela de medicina de Harvard en Boston, se reclutaron treinta adultos con DM1 de largo plazo y usuarios de bombas de insulina para participar en grupos focales de observación, donde el parámetro principal de control fueron los niveles de glucosa o índices glucémicos.
Se formaron cinco grupos de este tipo que incluyeron dos grupos con promedios bajos en sus niveles de glucosa, uno con elevaciones medias en la glucosa y dos con niveles elevados de glucosa. De la observación y discusión sobre los grupos, los autores identificaron tres asuntos principales que afectan los resultados en el tipo de éxito al manejar los niveles de glucosa: El impacto del uso de la bomba de insulina en el auto cuidado de la diabetes, reacciones emocionales al uso de la bomba de insulina y la imagen corporal –recordemos que es un aparato que se usa externamente y hay que portar prácticamente colgado-, con respecto a la aceptación social.
Los individuos con bajos niveles de glucosa describieron a la bomba de insulina como “una herramienta que sirve para alcanzar las propias metas de glucosa en sangre (normoglicemia)”. En estos pacientes se observó un enfoque hacia la diabetes más activo que aquellos que describieron la bomba de insulina como “una panacea” y mostraron una actitud más pasiva hacia el auto cuidado en la diabetes y un control glicémico muy pobre.
Como dato adicional con respecto al estado de ánimo, los pacientes con glucosa baja (normoglicemia), reportaron sentimientos hacia el inicio del uso de la bomba de insulina, que les recordaron aquellos experimentados en el diagnóstico inicial de diabetes. Sin embargo aquellos grupos con deficiente control de glucosa no reportaron haber experimentado esos sentimientos. Adicionalmente –dato sumamente importante-, los participantes con normoglucemia dijeron que el uso de la bomba de insulina les ayudó a entender mejor su diabetes y también el sentirse menos avergonzados y más dispuestos a hablar libremente acerca de su condición con otras personas.
Por el contrario, aquellos con peor control de glucosa hablaron de “estar hartos de la bomba” y se describieron como desanimados y frustrados por que la bomba de insulina no “arregla todo en automático” y hay que hacer aun mucho trabajo para que funcione. Los investigadores encontraron que a las mujeres les preocupa más que a los hombres la cuestión de la imagen corporal y la aceptación social cuando se usa la bomba de insulina. Esto demuestra que aunque la bomba de insulina facilita muchísimo en la vida de un diabético, aun hay mucho que avanzar especialmente en el plano emocional, uno de los aspectos que más fuertemente afectan a los que padecemos cualquiera de los tipos de diabetes.
lunes, 2 de abril de 2007
Las emociones y la comida (IV y ultimo).
La segunda parte de esta técnica es que la próxima vez que nos sintamos con ganas de comer –que no con hambre de la auténtica-, nos preguntemos, precisamente si lo que sentimos es hambre real o estamos alterados de alguna manera. Es importante controlar el impulso de tomar por asalto la cocina o sacar algo de comer de la alacena o ir a la tienda a comprar “algo”, sino darnos una breve tregua de unos quince minutos cada vez que pensemos que tenemos hambre.
Ir por lo menos durante una hora a una habitación donde se esté a solas sin ser interrumpidos –un letrero de “no molestar” en la puerta y desconectar el teléfono es esencial- y escribir en papel –cuantas hojas sean necesarias-, los nombres de cada persona o animal, vivos o muertos, a quienes se haya o no conocido personalmente y que haya generado un sentimiento de irritación o incluso de furia. Comenzar con el primer nombre que venga en mente y seguir así sin detenerse. Es probable que se empiecen a recordar nombres de gentes en quien no se había pensado en años; incluso si no es posible recordar los nombres sino solo rasgos o características vagas, escribir cualquier dato o frase descriptiva que haga recordarles, por ejemplo: “la sangrona que siempre le llevaba regalitos a la maestra del segundo grado”. Según el autor, mucha gente escribe listas largas e incluso hay quien escribe su propio nombre en ellas cerca del principio.
El siguiente paso es repetir ya sea en voz alta o con el pensamiento: “Te perdono completamente y te libero ahora por el amor que es lo verdadero sobre nosotros y solo retengo la parte de nuestra relación que ha sanado y esta basada en el amor. Deseo que todos los efectos de los errores del pasado se deshagan y se perdonen para siempre”.