Ha sido realmente difícil escribir la entrada de hoy pues en las últimas cuarenta y ocho horas he cambiado el tema alrededor de seis veces. Suena poco, pero si se toma en cuenta que antes de escribir cada entrada le dedico un rato de investigación y síntesis de la información para luego arreglármelas para decir incoherencias sobre lo que pretendí escribir originalmente.
En lista de espera están temas que no son poco importantes, para nada, en esto de la vida con diabetes no he encontrado ninguna información relacionada que no sea importante. Alguna quizá sea más perentoria para su publicación, pero en general no hay espacio para lo trivial pues hasta lo que parece simple o poco relevante, puede ser el elemento primordial en una nueva información o que arroje luz un concepto que pudiéramos tener asimilado de manera errónea.
Lo que me impulsa al último cambio de opinión sobre la entrada de hoy, se lo debemos a una pregunta que lanzó esta mañana la liga en facebook de la Federación Mexicana de Diabetes. Realmente gracias por esas excelentes puntadas, pues la lectura de las respuestas me impulsó a redactar estas líneas. Pero, para que no sea un misterio el tema de reflexión, comparto la pregunta: “Describe en una palabra a la diabetes”, adicionalmente, se pidió acompañar a la respuesta con el dato entre paréntesis si quién respondió es paciente, profesional de la salud o cualquier otra posibilidad.
El número de respuestas es lo de menos. Lo importante es la visión que se tiene de la diabetes según se sea profesional de la salud o paciente. Por ello y para ilustrar, marcaré las diferentes respuestas y cómo se presenta la tendencia y diferencia.
Por otro lado, agrupo pacientes, amigos y familiares de diabéticos, quienes también participaron con un término: Caprichosa, riesgo, lucha, tortura, perseverancia, comienzo, renacer, cambios, reto, valor, aceptación, alucinante y batalla.
Estoy seguro que les llamará la atención, al igual que a mí, la diferencia de conceptos seleccionados entre los profesionales de la salud y los pacientes, donde solo identifiqué una coincidencia de los términos utilizados. Ello me induce a pensar en una pista para desenmarañar la madeja de conflictos de comunicación –usemos mejor el eufemismo, diferencias de enfoque-, que a veces surge entre profesionales de la salud y los pacientes al momento de la consulta, especialmente cuando hay revisión de parámetros de laboratorio.
Sin ser una aseveración absoluta y posiblemente haya más de un profesional de la salud que lo objete, pero tengo la impresión de que los adjetivos usados por este grupo entran en la categoría del deber ser o lo que se espera del sufrido paciente con diabetes. Un poco la visión de un “sé que sufres, pero tienes que cuidarte, tener disciplina o…” y no censuro, al final ese es su papel, prodigar los cuidados, dar la orientación y buscar lo que en su ciencia les permita manejar y mantener en las mejores condiciones posibles a sus pacientes –en muchos casos incluso, a pesar de los mismos pacientes-, tratando de ser ese factor de diferencia entre la vida y la muerte, complicaciones crónicas y agudas incluidas.
Por otro lado, leyendo a los pacientes, sus respuestas fueron más emocionales, reflejando de manera notoria, sentimientos. Confieso que mi adjetivo fue “alucinante” pues así la siento y como a todos, podría asegurar, hay momentos en que creo que la condición de diabético me rebasa. Nuevamente, la intención va en camino de dejar una provocación a la reflexión: A los profesionales de la salud (médicos, nutriólogos, psiquiatras, psicólogos, enfermeras, educadores en diabetes, etc.), en el sentido de la empatía con el paciente y a nosotros los que estamos del lado de la paciencia, agregar al sentimiento (que conste que no renuncio a él), más conciencia del valor de la información completa, correcta y el compromiso con nosotros para salir adelante.
Así pues, dado que las caprichosas musas me trajeron por esta senda de la ocurrencia filosófica, los temas que tengo en el tintero (retinopatía diabética y los aceites omega-3 y otro que me hace muchísimo ruido, sobre una posible cura de la diabetes tipo 2 con dieta de privación), aguardarán para un cercano futuro. Sin duda tengo mucho material pero, las musas, se me hace, se fueron de shopping aprovechando la temporada de ofertas.
Definitivamente, el vivir con diabetes es algo prácticamente alucinante, dada la gama de emociones, retos y sentimientos que genera, creo que la vision hacia la vida que se tenga previo a la enfermedad, es critica para afrontarla, hay de todo en el Rebaño del Señor.........
ResponderBorrarAunque no padezco diabetes me gusta la manera en la que describes la vision de paciente y del medico, siento empatía e interés por conocer mas. Supongo que para los doctores debe de ser frustrante y algunos otros sinónimos, la cantidad de pacientes con diabetes que atienden en su dia a día (considerando que los números arrojan cifras rojas) y que, muchos de ellos por ignorancia o autosabotaje no le dan el cuidado y atención necesarias a su condición (como yo por ejemplo... tengo el colesterol elevado a mis 25 años y sigo deglutiendo mi quesito manchego). Y como paciente solo te queda de una sopa y que mejor que tomarla viendo las cosas positivas. Al menos la diabetes es un buen pretexto para llevar una dieta saludable. Genial tu Blog!!!
ResponderBorrarCreo que la palabra con la que yo la describiria es "abrumadora"... yo no tengo diabetes, pero si un alto riesgo de padecerla y el ver el daño que implica y los cuidados que requiere, solo puedo pensar en abrumadora...
ResponderBorrarCreo que la palabra con la que yo la describiria es "abrumadora"... yo no tengo diabetes, pero si un alto riesgo de padecerla y el ver el daño que implica y los cuidados que requiere, solo puedo pensar en abrumadora...
ResponderBorrarAmanda: Es correcto, la percepción de alucinante es la que primero me vino a la mente y, como dices, la visión que tengas de la vida antes de la enfermedad influye muchísimo en tu actitud una vez que la tienes, pero nada, absolutamente nada de lo que te imagines sobre la diabetes, te prepara para la realidad de padecerla. Por ello, la prevención es el mejor refugio. No es 100% seguro, pero entre menores las posibilidades de padecerla, mejor calidad de vida.
ResponderBorrarMi querida KGLh. Pequeña e inquieta budista; gracias por tu mensaje y dado que también estás en el grupo de riesgo por el antecedente de tu abuelo, con prevención (que no implica un sacrificio en sí), tus posibilidades se pueden ampliar muchísimo, colesterol incluido. Una alimentación sana y ejercicio como parte del estilo de vida, hacen más del 90% de la prevención. Un abrazo.
ResponderBorrarLilith, Queridísisísima enana: Abrumadora también aplica y estoy de acuerdo que definir la diabetes con una palabra agota el diccionario de sinónimos. Sin embargo, la prevención en casos como el tuyo son la clave. El esfuerzo que haces para mantenerte en parámetros correctos de IMC, mantenerte activa y estar informada, son puntos claves para que ese espectro abrumador se quede sólamente en el rango de espectro. Síguete cuidando y mucho ánimo.
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