viernes, 17 de junio de 2011
No es flojera, lo juro.
Hay un tema del que los diabéticos presumimos conocer muy bien y no por estudiosos, sino por haberlo experimentado más de una vez en nuestro diario batallar con esta dulce condición. Me refiero a la Hipoglucemia. Exactamente el otro extremo de esa navaja alto-bajo en cuyo borde nos movemos y tratamos de sobrevivir. Sin embargo, la hipoglucemia no es una condición metabólica exclusiva para diabéticos, personas consideradas normales pueden sufrirla y, además no hay solamente un tipo de hipoglucemia. Ya entrados en la curiosidad, veamos que hay con respecto a nuestra protagonista de hoy.
Primero que nada, se impone la definición médica: Es la reducción del nivel de la glucosa sanguínea capaz de inducir síntomas debido a la estimulación del Sistema Nervioso Autónomo o la disfunción del Sistema Nervioso Central. Es un síndrome clínico multifactorial. Yo tampoco entendí nada. Me quedo con aquella que la define como la baja de glucosa en sangre por debajo de los 60 mg/dl (3.33 mmol/l) y dependiendo de su gravedad, puede producir todos o algunos de los siguientes síntomas: palidez, temblores, transpiración, palpitaciones, fatiga, visión borrosa, agitación, visión borrosa, pérdida transitoria de conciencia (desmayo), convulsiones y coma.
La hipoglucemia en los diabéticos puede aparecer por dos razones principales: por falta de alimento (ayuno prolongado) y suele ocurrir a diabéticos tipo 1 y diabéticos tipo 2 con control muy estricto de glucemia. Está también la llamada reactiva o pospandreal, que se presenta al tiempo de haber comido y se debe a una reacción de sobre producción de insulina y ocurre más frecuentemente en diabéticos tipo 2 como resultado de descontrol en la ingesta de carbohidratos o a diabéticos tipo 1 que excedieron la aplicación de insulina basal.
Sin embargo, hoy quiero dedicar esta entrada a la hipoglucemia reactiva que le da a personas no diabéticas y explicar las causas, ya que están ligadas con el riesgo de padecer prediabetes y diabetes tipo 2, en particular a descendientes de padres diabéticos tipo 2, lo que indica una posible confirmación del origen genético de la diabetes tipo 2 y puede ser un marcador de riesgo de padecerla, pero al mismo tiempo, una alerta que invita a la prevención.
La primer pregunta que surge al pensar en personas no diabéticas que padecen hipoglucemia (conste que no uso el término “sanas”), es ¿cuál es el origen de esta hipoglucemia reactiva? Bueno, esa sí que es buena pues la respuesta, para variar, es: no se sabe. Sin embargo, no saber no implica que no existan sospechosos de su etiología (origen, causa).
De acuerdo a lo rascado aquí y allá para desmadejar el misterio, encontré que al menos existen hipótesis del origen de la hipoglucemia reactiva –algunas de ellas diré, están incluso mucho más allá de la sospecha y solo falta observación y documentación un poco más amplias para confirmarlas sin lugar a dudas-.
Las principales sospechosas son tres:
La producción excesiva de Epinefrina (Adrenalina), que es una hormona liberada en el organismo, particularmente en tiempos de extrema tensión (stress).
La producción insuficiente de Glucagón, la cual es otra hormona cuya función es la opuesta a la de la Insulina, es decir se encarga de incrementar los niveles de Glucosa en la sangre.
Alguna anormalidad no identificada que haga que se desarrolle un desequilibrio de señales y se produzca de forma tardía entre el momento de la ingesta y hasta dos a tres horas más tarde, la liberación de una cantidad excesiva de insulina.
Otras condiciones que se sabe provocan Hipoglucemia Reactiva, son algunas deficiencias en la producción de ciertas enzimas –de nuevo la duda científica aparece en la caracterización exacta-, además que se trata de casos sumamente raros y que aparecen durante la infancia.
Finalmente, la cirugía Bariátrica o Bypass gástrico, que como parte del procedimiento tiene la característica que el reservorio remanente del recorte de la bolsa estomacal se conecta al intestino por delante de una porción del intestino delgado (lo que le da el nombre de bypass), con el objetivo de provocar mala absorción de alimentos y coadyuvar a resolver problemas de obesidad mórbida. En muchos de estos casos, existen episodios de Hipoglucemia Reactiva (conocida coloquialmente como “dumping”), como resultado de la ingesta de carbohidratos en la mayoría de los casos. Nuevamente, la causa precisa de dicho dumping o Hipoglucemia Reactiva es un misterio.
Además de los anteriores, cabe decir que he encontrado, como dije al principio, que hijos de padres con diabetes (cuidado, hijas), pueden desarrollar Síndrome Metabólico y Prediabetes (intolerancia a la insulina), que combinado con ingesta excesiva de carbohidratos directos, pueden presentar episodios de Hipoglucemia reactiva, particularmente si además de sobrealimentación están presentes obesidad y sedentarismo.
Para cerrar el tema de hoy, hare algunas observaciones que nos dan cierta luz sobre el futuro de quienes padecen esta Hipoglucemia Reactiva y que pueden ser de utilidad para controlarla y, eventualmente eliminarla (excepto en los casos de cirugía bariátrica).
Aunque es difícil de diagnosticar ya que una vez pasado el episodio hipoglucémico no quedan rastros que permitan identificarlo o cuantificarlo, mucha gente vive sin un diagnostico adecuado, pero aun sin diagnóstico, las recomendaciones de cuidado son sencillas:
Limitar los alimentos con alto contenido de carbohidratos directos, especialmente cuando se tiene el estómago vacío. (Recomiendo revisar los conceptos de Indice Glucémico y Carga Glucémica)
Comer porciones pequeñas cada tres o cuatro horas (calcular la comida del día y dividirla en cuatro o cinco tiempos).
Comer una dieta variada rica en fibra (verduras, algo de fruta) con porciones adecuadas de proteína (preferirla a alimentos dulces o grasosos).
Carbohidratos a base de granos integrales y lácteos, preferentemente sin endulzar y bajos en grasas.
En el caso de un episodio de Hipoglucemia Reactiva –que conforme esta alimentación la hagamos parte de nuestra vida diaria irán espaciándose hasta desaparecer-, es conveniente tener en la bolsa alguna fuente de carbohidratos directos (tres caramelos –no dos o cuatro-, son excelentes) o 125 ml de jugo de naranja o algún refresco NO light, harán la chamba de salir de una hipoglucemia leve. Casos donde la desorientación sea notoria o haya pérdida de la conciencia, a un hospital de urgencia, por favor. No jueguen al héroe o arriesguen a que no pasa nada.
Como corolario y final diré que si no se atiende la secuencia recomendada de estilo de vida, puede uno llegar a desarrollar diabetes tipo 2. Sin embargo no tiene por qué ser una condena ni la maldición de la malvada bruja del oeste. Si se toman los cambios de vida y se sigue una buena alimentación junto con actividad física, lo más probable es que las Hipoglucemias reactivas pasen al olvido y la diabetes sea evitada.
Puedo asegurarlo pues estuve ahí, pero nadie me dijo qué hacer y no estoy muy seguro que hubiera hecho caso, pero para mí ya es demasiado tarde.
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Estoy sumamente interesado en esta publicación, podrías proporcionarnos una fuente bibliográfica de tu estudio?
ResponderBorrarEstimada Ana: Gracias por tu interés en lo escrito por mi en este espacio. Lamento la tardanza en responder, pero acabo de descubrir que por causas desconocidas no me mandó el sistema la notificación de tu comentario y por ello me había pasado desapercibido. Con respecto a la fuente bibliográfica -si es que aun te sirve el dato-, te comento, no es una sola sino reviso sirios web, algunos libros de especialidad y artículos médicos sobre el tema que investigo. Si gustas, escríbeme a 2sweet2handle@gmail.com y con gusto te mando la bibliografía consultada previo a escribir esta entrada.
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