martes, 10 de julio de 2007

Diabulimia: nuevos términos, problemas añejos y poco conocidos.


Esta entrada estaba programada para ser publicada el 10 de julio del 2007 y por razones que ya no recuerdo, se quedó guardada como borrador. Recuerdo que cuando la redacté reconocí que escribirla "ha generado canas y telarañas"  Sin embargo, quiero publicarla antes de tomar otros derroteros dentro del tema que anima este espacio, la vida con DM (Diabetes Mellitus) y mis peripecias personales al respecto. Así me iré animando par ir actualizando este espacio de reflexión e irle dando vida nuevamente.
El tema de hoy, del que he mencionado algo un poco de forma incidental al hablar de trastornos de la alimentación, lo retomo esta vez ya que de acuerdo con ciertas asociaciones dedicadas a cuestiones de salud y este tipo de trastornos están comenzando a lanzar voces de alarma respecto a lo que ahora toma este nuevo nombre entre los trastornos de la alimentación entre adolescentes, principalmente mujeres: la Diabulimia.
La pregunta entonces sería: ¿qué es la Diabulimia? La Diabulimia es el nuevo término con el que se sintetiza una forma de bulimia y que se presenta en jóvenes que tienen Diabetes Mellitus tipo 1 (DM1). Sabemos que quienes tienen DM1 requieren la aplicación diaria de diversas dosis diarias de insulina para mantener el metabolismo de la glucosa y permitir que ésta sea absorbida a las células y así obtener la nutrición y energías adecuadas para una vida sana. También es un hecho que como sus organismos son incapaces de producir insulina, esta dependencia es de “por vida”, ya que de no haber aporte externo de insulina la glucosa se mantiene circulando por el torrente sanguíneo y las células no reciben nutrientes ni la fuente de energía que la glucosa representa. Esta situación tiene un efecto que es rápidamente notorio: la muy rápida y notoria pérdida de peso derivada del veloz consumo que hace el organismo de sus reservas de grasa y masa muscular (cuando la reserva de grasa se agota), para tratar de proporcionar la glucosa que las células demandan al enviar señales de “hambre” ya que no les está llegando el alimento.
Obviamente, anticipándonos a lo que viene, la suma es perversa: el cuerpo tiene exceso de glucosa por falta del suministro de la insulina y tiene que agotar sus reservas en un desesperado e inútil intento de alimentar las células que demandan el alimento. El incremento de glucosa en sangre es enorme al tiempo que el cuerpo no recibe nada y los daños por la hiperglucemia se aceleran atacando principalmente riñones, sistema nervioso y retina, además del consecuente mecanismo de la glucogénesis acelerada que en ausencia de insulina provoca la famosa cetoacedosis diabética y pone a estas personas al borde de un coma diabético cuyas consecuencias pueden ser mortales.
Cuando las adolescentes con DM1 caen en esta conducta por la necesidad obsesiva de guardar una figura “delgada, casi esquelética” y su distorsionada idea de una “imagen corporal” es más importante que la propia salud y supervivencia a largo plazo, recurren a suprimir o saltarse sus dosis de insulina, tomando la “apenas necesaria” para sobrevivir. Claro que logran adelgazar, pero la pregunta es ¿el precio a pagar vale la pena?, ¿la percepción de una efímera belleza o esbelta figura debe ser el resultado de una conducta autodestructiva?, ¿qué en ultima instancia justifica una acción profundamente irracional tomada no por ignorancia sobre las consecuencias sino basada en la negación de una dolorosa y difícil situación como lo es la vida con DM?
En una chica “normal”, digamos sin DM, estos trastornos son extremadamente dañinos y en las noticias hemos visto los casos de modelos de ropa de moda que han llegado a morir a consecuencia de la anorexia y la bulimia. En una chica con DM1 el caso es preocupantemente más grave ya que además de los daños que estos trastornos de la conducta de la alimentación causan y que en si son sumamente severos, cuando a la ecuación le agregamos el factor DM1, la gravedad, profundidad y velocidad con que se presentan las consecuencias y los daños que llegan a ser irreversibles, son mucho mayores.
Lo peor de todo ello es que estas conductas son provocadas por una distorsión de la realidad y del ser y el deber ser. Nada es más importante que ser “aceptadas” en el grupo objetivo y ningún precio es poco con tal de sentir que “pertenecemos”. Si ello implica sacrificar salud a cambio de lo que el grupo acepta como el estándar de belleza, ya está puesta la condición para la conducta. En una sociedad que premia el placer (hedonismo) la satisfacción inmediata de los deseos y demandas, donde el lapso de atención a un asunto no rebasa de unos cuantos segundos, donde el monto de información es infinitamente mayor a nuestra capacidad no solo de procesarlo sino de percibirlo, donde el esfuerzo y la disciplina son actitudes rechazadas solo para “nerds” o inadaptados, este tipo de distorsión de la realidad encuentra terreno fértil y de ahí lo difícil de erradicar las conductas trastornadas en relación a la comida y el esfuerzo físico como una actividad que promueva la salud y una vida plena. Al parecer una actitud disciplinada, una vida ordenada, una forma sana y completa de alimentarse, un plan de actividad física adecuado y un control de la DM1 son “aberraciones” de las que se huye por ser limitantes de una vida libre, plena y maravillosa que la adolescencia nos revela a todos los seres humanos. Sin embargo, el espectro está ahí, presente, firme e inexorable. La DM1 es una realidad y hay que vivirla y confrontarla. La adolescencia es otra realidad que llega y es una etapa donde nos rebelamos ante el mundo e incluso con aquello que no queremos ser –diabéticos-, pero lamentablemente la DM1 no es algo que se pueda corregir por solo rechazarla o peor aún, convertirla en un instrumento para manipular una realidad que no lo es.

1 comentario:

  1. Solo esto faltaba, que mas podemos esperar, sabes, Zoo de repente todo lo imposible se esta haciendo realidad, pero lo que nos hace falta es una cura, debe ser horrible tener bulimia o anorexia pero diabulimia en un joven o una joven con todos los sueños e ilusiones por delante debe ser tremendo necesitan mucha ayuda si depor si como mencionas es dificil ser diabetico ahora con problemas alimenticios de este tipo en realidad necesitan mucha ayuda nuestro sistema de salud es muy deficiente todavia no existe una prevenciòn real ni una cultura que nos permita estar consientes del peligro. Ojala todo fuera como morirse creo que es lo mas facil que te pudiera pasar pero mientras tanto, mientras llega ese momento que de alguna manera te libera se sufre y mucho y el desgaste es muy fuerte sobre todo si no tienes un verdadero apoyo.
    Me ha puesto a pensar mucho este tema imaginate que en la television en las revistas hacia todos lados segun la moda debes mirar o ver jovenes perfectos y si no lo eres estas expuesto a las burlas y presiones y mas dificil ha esa edad. Deberia existir una materia en la escuela que ayudara un poco con este tema como apoyo a los jovenes donde aprendieran a nutrirse a vestirse a quererse un poco mas ellos mismos, especialmente sino tienes el apoyo de la familia. Bueno ya no te aburro cuidate y hasta pronto.

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