lunes, 9 de julio de 2007

Días de enfermedad.


Hay ciertas ocasiones en que la vida nos toma desprevenidos y aunque creamos que estamos a salvo de problemas de salud, repentinamente caemos postrados por alguna enfermedad. En el caso de quienes padecemos diabetes mellitus, puede ser muy grave si no se toman precauciones y cuidados especiales. Hoy me siento frente al teclado a escribir una nueva entrada, después de haber pasado un fin de semana entre enfermo y convaleciente.

Casualmente, a poco de haber presumido lo bien que voy con el control de mis parámetros fisiológicos respecto a la diabetes, pensando que ya todo es coser y cantar, me enfrento a que en la realidad, aparte de las propias limitaciones y amenazas de la diabetes, existen otras muchas causas de afectación a la salud y, estoy saliendo de una de ellas. Pues resulta que el pasado jueves, comí en un sitio –que no lo menciono pues no tengo la certeza que sea el origen del asunto-, cuya comida por cierto estaba razonablemente bien preparada y presentada, pero a partir de un par de horas de haber salido, comencé a tener una severa crisis asmática, afortunadamente ya cerca del final del día. Claro que siempre llevo conmigo mi broncodilatador de spray y eso me mantuvo razonablemente funcional el resto de la tarde y noche. El viernes, extrañamente no me sentía mal pero si me comenzó a dar más lata de lo usual el asma, al grado que casi festejé que me cancelaran la ultima cita del día.

Bueno, para no hacer el cuento muy largo, el sábado me levanté tan cansado que ni siquiera tuve el ánimo de ir a una reunión “sagrada” de esas que nunca se cancelan, con los compañeros de la escuela y de ahí las cosas marcharon de mal en peor. Para este entonces, el principal problema se presentó como dificultad para respirar y como buen asmático, supuse que con el broncodilatador sería suficiente. Error, el problema fue empeorando; había ya perdido totalmente el apetito desde el medio día y la fiebre había hecho su aparición. Para ese entonces ya tenía la seguridad que algo tenía aunque era incapaz de definir qué pues el malestar era demasiado general como para definirlo: Pérdida de apetito, fiebre, sed, enorme dificultad para respirar y un decaimiento general.

Como todo obsesivo que se aprecie, ya estaba preparándome para visitar el hospital más cercano a mis rumbos y entregarme en manos de un médico, con la casi certeza de que se trataba de una combinación perversa de Coma Hiperosmolar y ataque agudo de Asma. Sin embargo, poco antes de decidirme a buscar ayuda médica, sobrevino el vómito. De forma inesperada y sin aviso previo, apareció y después de creer que toda mi esencia se había ido de paseo por el drenaje profundo, descubrí que me sentía mucho mejor; la fiebre bajó, comencé a respirar fluidamente y comencé a pensar con claridad, cuestión que se reduce mucho por la escasez de oxígeno en el cerebro.

A partir de ese momento me di cuenta que lo que realmente tenía era un problema de intoxicación por algo que había comido y me había afectado el proceso digestivo. Lo que también deduje es que hubo por ahí alguna reacción alérgica que me disparó de manera muy aguda el episodio de asma. El mismo sábado comencé a monitorear mis niveles de glucosa, los cuales se elevaron hasta 170 en el lapso de control, parámetro más que bueno para un episodio de diabetes combinada con otras enfermedades y que me mantuvieron alejado del hospital y especialmente, de un posible Coma Hiperosmolar. Ahora en franca recuperación, comparto algunos consejos para estos días de enfermedad combinada con la diabetes.

Primero que nada, no tomar a la ligera ningún malestar, ya que éste es la forma en que nuestro organismo trata de pedirnos una pausa para organizarse a combatir el problema y mediante la aceleración del metabolismo, lanzar el ataque inmunológico. Entre estos procesos, se incrementa la producción de las llamadas hormonas contra reguladoras de la insulina (glucagón, cortisol y la hormona del crecimiento), que producen incremento de la glucosa en la sangre, por lo que es especialmente importante hacer un monitoreo frecuente de ésta y controlar lo que comemos, especialmente si hay fiebre que es signo de infección.

Por ello quienes tienen DM1 no deben permitir que la glucosa suba más de 250 mg/dL, verificar niveles de cetonas en orina y ver o llamar al médico por instrucciones de qué hacer para mantener el control. Si se trata de DM2, hay que mantener el rango de glucosa por debajo de los 400 mg/dL o en caso contrario ir de inmediato al medico. Arriba de dichos niveles arriesgamos que sobrevenga el coma.

Por ello, antes de correr a la sala de urgencias médicas en el hospital más cercano, es conveniente recordar no dejar las dosis de insulina o hipoglucemiantes aunque no podamos comer; hacer un monitoreo frecuente de la glucosa por lo menos cada 4 horas, a menos que esté muy alta en cuyo caso hacerlo cada hora sería lo mejor; si se usa insulina, medir cetonas cada vez que se vaya a orinar; tomar muchos líquidos (agua sola o un te suave), algo así como 200 mL en adultos o 120 mL los niños; si no se puede comer el plan de dieta normal, procurar consumir la misma cantidad de carbohidratos a lo largo del día, preferentemente aquellos de actuación indirecta o al menos unos 15g de carbohidratos por hora.

Pero si lo anterior no se puede controlar y no hay mejoría después del día de la crisis o se presenta vómito y diarrea por más de ocho horas; si hay cetonas en la orina; si hay sensación de deshidratación (tener sed es un signo claro de deshidratación); si cuesta trabajo respirar o la glucosa sube por arriba de los 240 mg/dL o cae por debajo de los 60 mg/dL, lo mejor es llamar al medico inmediatamente.

De otra forma, el riesgo puede ir desde comprometer órganos vitales hasta la propia muerte. Enfermedades y diabetes una combinación de mucho cuidado.

2 comentarios:

  1. Zoo, ya tengo mucho sueñito pero estaba terminando mi trabajo y pense en tu blogs y aqui estamos. O mejor dicho todavia estamos que barbaro como pudiste aguantar tanto, pero que bueno que ya estas bien y vas mejorando hace 11 años tuve una crisis de asma bronquial y es horrible tocer las 24 horas del dia no podia tomar los medicamentos adecuados porque estaba embarazada pense que en realidad que moriria despues de 7 meses mejore y me alivie pero desde entonces no deseo que alguna persona tenga tos me da angustia escuchar tocer a alguien asi cuidate la tos es muy fea y no andes comiendo tanto en la calle aunque sea muy recomendable el lugar en tiempo de calor todo se descompone muy rapido y no sabemos en que estado se encuentra realmente lo que comemos en la calle aunque sea un lugar conocido. mejor cuidate come en tu casa y la intoxicaciòn necesitas acudir a tu medico no lo dejes pasar recuerda todo lo que nos enseñas aplicalo en ti. Hechale ganas hasta la aproxima.

    ResponderBorrar
  2. ceci:

    La verdad, es que ciertas ocasiones es dificil "saber" que estás enfermo. En mi caso, fue un pooco como el experimento de la rana. Dicen los que saben, que si arrojas una rana en agua caliente, la rana inmediatamente saltará para salirse, pero si la pones en agua fria y la vas calentando lentamente..., la rana se quedará sin hacer nada, hasta quedar totalmente cocinada.

    Yo empecé por sentirme "un poco" cansado y con dificultad para respirar y a pesar de que "no me sentía bien", tampoco me sentía específicamente mal y no fue sino hasta la tarde del sábado, cuando estalló claramente la fiebre y el cuadro de intoxicación por comida.

    Por lo que dices de comer en casa, es un ideal casi imposible en el DF, ya que mi oficina está a 24 Km de la casa y con el tráfico de esta ciudad, ni pensarlo, hablamos de más de hora y media de tráfico al medio día para intentar comer en casa. Sin embargo, ya tengo un par de lugares cerca de mi oficina donde puedo comer de manera limpia, sana y respetar mi "plan de alimentación". Lo malo es que lo de la semana pasada fue en terreno ajeno y como no puedo saltarme comidas -además que no imaginas que en un sitio que se ve limpio, ordenado y de buen nivel te vayas a enfermar o intoxicar-, acepté comer ahí.

    Bueno, de aquí en adelante, un poco de paranoia y cercanía con el médico, no están de más. Hasta la próxima.

    ResponderBorrar