viernes, 29 de diciembre de 2006

¿Gorditos, diabéticos y tramposos?


Hoy me topé con un documento que publica la ADA (que en contra de lo que muchos creen no se refiere al hada madrina, sino a la Asociación Americana de Diabetes, por sus siglas en inglés), sobre diabetes, obesidad y la forma de contar las calorías. Dicha noticia Salió desde el pasado día siete, pero hasta hoy la pude revisar y es en referencia a un artículo publicado en el número de diciembre –o sea el actual-, de la revista Diabetes Care. En resumen, lo que la publicación divulga es un estudio realizado con gente obesa, en la que se tomaron dos grupos de control; el primero, con obesos diabéticos y el segundo, con obesos no diabéticos y se les pidió que realizaran la cuenta de lo que comían diario durante los tres días anteriores a una cita periódica de evaluación.

Lo sorprendente y que más me llamó la atención del estudio, fue la conclusión de los investigadores, pero previo a descubrir dicha cuestión paso a reproducir lo esencial del artículo en cuanto la metodología y los resultados.

De un grupo de hombres y mujeres obesos, con diabetes tipo 2, sometidos a lo que se denomina el “doubly-labeled water method” –traduzco algo así como-, método del agua, doblemente etiquetado, en el que se supone que se verifica el consumo energético diario con respecto a las calorías que se comen, debiendo el resultado indicar un equilibrio energético. Es decir que lo que se come y lo que se reporta como comido corresponden mutuamente.

Simultáneamente se hizo una prueba de control con personas obesas, de ambos sexos, pero sin diabetes tipo 2, donde al comparar los daos se encontró, con sorpresa para los investigadores, que el primer grupo, el de obesos diabéticos, reportó de manera consistente –todos ellos-, un consumo menor al real en una cifra cercana al 25%. ¡PRÁCTICAMENTE UNA CUARTA PARTE MENOS DE LO QUE EN REALIDAD ESTABAN COMIENDO!.

Sorprendentes resultados, realmente, pues al comparar lo reportado en cuanto a ingesta calórica no solo contra la dieta en revisión y el consumo calórico determinado, sino incluso con el requerimiento mínimo metabólico, aun así quedarían cortos aún para las funciones básicas para la vida (¿el famoso metabolismo basal?.

Pero es aquí donde viene el punto que hace que el estudio llame mi atención y me invite a lanzarlo a la bloggosfera:

Reproduzco “No está claro el por qué los diabéticos son menos exactos en sus reportes sobre lo que comen, con respecto a sus contrapartes no diabéticas”. Más adelante continúa “La honestidad sobre los hábitos de alimentación es vital, ya que la dieta es la piedra de toque en el manejo de la diabetes … los médicos NECESITAN conocer lo que el paciente realmente come habitualmente, no solo como ayuda para desarrollar una mejor dieta, sino para encontrar que pautas de alimentación puedan estar detrás de problemas del control de la diabetes”.

Una joya de interpretación, no cabe duda. Me suena lógico y correcto que un exacto reporte ayuda a los médicos en el tratamiento de la diabetes y cualquier otro padecimiento que implique información precisa, pero de ahí a acusar de deshonestos a los diabéticos, por la sola diferencia de ser diabéticos, creo que excede una mínima distancia de objetividad que hay que guardar.

Conociendo cómo es la mentalidad norteamericana con respecto al término “honestidad”, clasificar a alguien de deshonesto, es el equivalente de acusarlo de un delito intencional, que en última instancia podría quitarles hasta su derecho a la atención médica adecuada, ya que podría asumirse que de manera voluntaria y maliciosa, sabotean su propia atención médica y estado de salud. Ni modo, así son nuestros norteños vecinos, si no, baste ver como se conducen en lo público y lo judicial.

Yo retaría a los profesionales de la psique que dieran un punto de vista objetivo sobre los resultados del estudio, pues considero, en el mejor de los casos, que hablar de honestidad está, como conclusión del estudio, fuera de lugar. Quitar la duda, pues el que todos los sujetos diabéticos del estudio mientan, es más que coincidencia y hay -o al menos debe haber-, algún factor que correlacione una “percibida deshonestidad”, con la Prevalencia de la diabetes combinada con obesidad.
Ser diabético en sí ya es basante malo como para que entre otros males se agrege la deshonestidad cuya etiología (origen), es la diabetes. En fin abro la puerta a una sana controversia.

6 comentarios:

  1. Punto y aparte de lo que diga el artìculo (que no he leido) creo q la compulsion de los diabeticos (y otras personas con trastornos alimenticios) a mentir sobre si comen o no adecuadamente tiene que ver mas con la dificultad que tiene vencer las tentaciones y las adicciones que el gusto por engañar. Es dificil aceptar frente a uno mismo y frente a los demas que no se puede llevar a cabo algo tan "sencillo" como una dieta, por lo que se cae en la mentira. La mayoria de la gente dice que hacer dieta es solo cuestion de fuerza de voluntad, pero solo alguien que ha vivido la situacion de enfrentarse a ese cambio para siempre, sabe lo intimidante que puede ser no llegar a cumplir las expectativas propias y ajenas, asi que se prefiere un engaño (mas hacia uno mismo que por dañar un tratamiento medico)

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  2. Lilith:

    De acuerdo con tu punto de vista, pero lo que expongo es que se concluya de dicho estudio que el único factor que aparece como variable "deshonestidad" se correlacione diréctamente con diabetes. No es científico, es como concluir:"pulga sin patas, SORDA". Puede que no sea sordera lo que haga mentir, la mentira está, pero por que la marcada diferencia?. He ahí la duda, Hamlett

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  3. Quieres saber d donde viene esa deshonestidad? Del miedo a sentirse evaluado, juzgado, calificado y castigado como consecuencia del mas pequeño error. No importa si eres diabetico o no, excepto tal vez que los diabeticos tienen una mayor historia de regaños medicos nutricionales que otras personas.

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  4. Lilith:

    Buen punto, pero si el 100% de los sujetos diabéticos mintió e incluso por un monto similar, debe haber algo no detectado en el estudio. Estoy de acuerdo con el concepto de miento-me-refugio, pero con tanta similitud y solo con los diabéticos?, los obesos igualmente son muy vutuperados y regañados y la diferencia fue enorme!! 25%!!!.

    No niego la mentira protectora, pero ¿que la dispara así?, ¿es autocontrolable?, ¿es causada fisiológicamente por la resistencia a la insulina o exceso de glucosa en sangre?, ¿sólamente son ganas de sabotearse?, el diabético se vuelve deshonesto? o, por el contrario, ¿les da diabetes sólamente a los deshoneestos?. No lo sé, pero la conclusión como se publica, la leo en forma de "un regaño más" y en esta ocasión uno muy fuerte.

    Qué puedo decir, excepto que soy diabético y el tema me preocupa en primerísima persona, cualquiera que sea la conclusión correcta

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  5. quien sabe bajo que circunstancias fue realizado este estudio,es cierto que nuestra tendencia generalizando es a justificarnos pero todos los diabeticos deshonesto me parece absurdo creo que cuando menos hay algunos honestos que aceptan su condiciòn de diabeticos y se cuidan en cuanto a que si es delito o no es delito es para preocuparse pues imaginate quien no se ha dado un por lo menos una vez o de vez en cuando una atrancada bien buena de mariscos o cabrito, birria, barbacoa etc y se guarda el sentimiento de culpa aun no siendo diabetico y no se lo cuenta a nadie eso no es deshonesto eso es tener "buen diente", en ese caso todos seriamos delincuentes. Por cierto mi esposo que es diabetico tiene dia libre podra cenar a su antojo pero mañana tendra que comer ensalada de lechuga con cangrejo con dos tostadas y desayuno con mucha fruta en la noche otra vez fruta y tè o agua. la verdad eso no es comer pero no le digo nada mejor lo apoyo comiendo lo mismo que èl. FELIZ AÑO A TODOS !!!!!! cuidense mucho.

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  6. Ceci

    Lo que me preocupa realmente del artículo, es precisamente que de manera muy sutil, ligan diabético con deshonesto, lo que espero, sea nada más una mala conclusión.

    Con respecto de la dieta de tu esposo, como diabético, creo que lo que corresponde es mantener todos los dias, excepto cuando hay ocasiones especiales, un equilibrio y comer muchas veces en el día, poca comida por vez. Recomiendo revisar aquello de "comer mucha fruta", pues se que los azúcares directos (la fruta lo es), nos está limitado. A mi solo me dejan comer en el día el equivalente de 4 raciones de fruta (1 en desayuno y cena y 2 en la comida).

    De cualquiermanera, espero tu esposo se cuide mucho, mantenga su salud lo mejor posible y disfruten la cena de año nuevo.

    ¡Feliz 2007!

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